Con 5 días de antelación, hemos cerrado una velada en Glasgow (Escocia) frente al invicto Calvin McCord, en 62 kg (sin tiempo para preparar y en un peso superior al habitual).
Cuando llegamos a Glasgow con engaños y amenazas el promotor Sam Kynoch, intento que boxearamos regalando todavia mas peso (en el ring ibamos a tener por lo menos 5 kg de diferencia), esto hubiera supuesto un riesgo para la salud de Diego. Nos negamos e intentamos igualar el peso con varias propuestas. Ninguna propuesta valia, solo aceptar.
Al no ceder, nos vimos en la calle, en Glasgow y buscándonos la vida para volver a casa. Una desgracia para el boxeo que halla personas de este pelo. Por lo menos, tenemos recursos y capacidad para poder pasar de estos piratas y poder salir de este tipo de situaciones anteponiendo la salud de nuestros deportistas, en un deporte que a veces hay accidentes.